martes, 22 de enero de 2013

El padre Werenfried y "Ayuda a la Iglesia Necesitada"



El padre Werenfried van Straaten, fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), nació el 17 de enero de 1913 en Mijdrecht (Países Bajos) e ingresó en la abadía premostratense de Tongerlo (Bélgica) en 1934.

Después de la Segunda Guerra Mundial hizo un llamamiento a los católicos de Holanda y Bélgica para que ayudaran, con donativos en forma de alimento y ropa, a la población alemana que sufría penalidades, los odiados enemigos de ayer. A partir de esa acción, que le dio el apodo de Padre Tocino, surgió una obra caritativa, que pronto extendió sus actividades al Este de Europa, Asia, Latinoamérica y África y que hoy en día ayuda a la Iglesia católica en unos 140 países.

La vida del padre Werenfried se agotó el 31 de enero de 2003. Sin embargo, AIN, la escuela del amor, como a él le gustaba llamar a la institución, continúa sembrando la reconciliación y la paz por todo el mundo, y llevando a las gentes el mejor regalo que se puede ofrecer: Jesucristo.

jueves, 17 de enero de 2013

Reportaje de Telemadrid



Ayuda sin precio es un reportaje de Telemadrid que le pone rostro, nombre y apellidos a las entidades y personas pertenecientes a la Iglesia que se encargan abnegadamente de labores sociales de las que se benefician millones de personas pertenecientes a colectivos desfavorecidos, como ancianos, presos enfermos, discapacitados, terminales y crónicos, niños pertenecientes a familias desestructuradas, así como personas con trastornos mentales graves.

El equipo de Treinta minutos ha visitado uno de los 75 pisos dependientes de la Pastoral Penitenciaria, dedicada a la atención dentro de las cárceles españolas; también uno de los centros de Cáritas para atención de enfermos de SIDA, donde enfermos crónicos y terminales residen de forma permanente recibiendo cuidados médicos constantes; la Fundación Pan y Peces, la labor de Mensajeros de la Paz y una de las residencias de ancianos que atienden las Hijas de la Caridad: la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio.


martes, 8 de enero de 2013

Calenda de Navidad



Transcurridos veintiún siglos desde la emigración de Abrahán, nuestro padre en la fe, de la ciudad de Ur en la Caldea. 

Trece siglos después de la partida de Israel de la tierra de Egipto, bajo la guía de Moisés.

Transcurridos alrededor de mil años desde que David fuera ungido como rey.

En la semana sesenta y cinco de la profecía de Daniel.

En la Olimpiada ciento noventa y cuatro.

En el año 752 de la fundación de Roma.

En el año 42 del imperio de César Octavio Augusto, estando todo el orbe en paz.

En Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos.

En un pesebre, porque no tenía sitio en la posada.

De María virgen, esposa de José, de la casa y familia de David.

Nació Jesús, Hijo del Eterno Padre y hombre verdadero.

Llamado Mesías y Cristo, que es el Salvador que los hombres esperaban.



Texto completo



miércoles, 2 de enero de 2013

El decálogo de la serenidad




  1. Sólo por hoy, trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
  1. Sólo por hoy, me adaptaré a las circunstancias sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
  1. Sólo por hoy, tendré cuidado de mi aspecto; cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
  1. Sólo por hoy, seré feliz sabiendo que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en éste.
  1. Sólo por hoy, haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
  1. Sólo por hoy, dedicaré 10 minutos a la lectura, recordando que, como el alimento es necesario para el cuerpo, así la lectura es necesaria para la vida del alma.
  1. Sólo por hoy, haré una buena acción y no lo diré a nadie.
  1. Sólo por hoy, me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré del todo, pero lo redactaré y me guardaré de dos calamidades : la prisa y la indecisión.
  1. Sólo por hoy, creeré -aunque las circunstancias demuestren lo contrario-, que la providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo. 
  1. Sólo por hoy, no tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad.
Juan XXIII