El Papa Francisco ha decidido conservar el mismo escudo que
mantuvo desde su consagración episcopal, incorporando algunas pequeñas
variaciones. En primer término aparece el emblema de la Compañía de Jesús: un
sol radiante con la inscripción IHS, el monograma de Cristo. Sobre la letra H
se apoya la cruz, en punta, con los tres clavos en negro colocados en la base.
En la parte inferior se ve la estrella y la flor de nardo.
La estrella, siguiendo la antigua tradición heráldica, simboliza a la Santísima
Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia; mientras la flor de nardo evoca
la figura de San José, el patrono de la Iglesia universal cuya fiesta se
celebra este 19 de marzo, día de la inauguración del pontificado.
El lema del Santo Padre Francisco está tomado de las
Homilías de San Beda el Venerable (Hom. 21; CCL 122, 149-151), quien,
comentando el episodio evangélico de la vocación de San Mateo, escribe:
"Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: Sígueme. Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), le dijo Sígueme, que quiere decir: Imítame."
Escudos papales (Wikipedia)