El 4 de noviembre de 1891 nacía en Madrid María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán. Su padre, Luis Pidal y Mon, marqués de Pidal, fue ministro y embajador de España ante la Santa Sede. Maravillas ingresó en 1919 en el monasterio de Carmelitas Descalzas de El Escorial y adoptó el nombre de Maravillas de Jesús.
Cinco años después, sintió que Dios le mandaba fundar un nuevo convento carmelita en el Cerro de los Ángeles, junto al monumento erigido al Sagrado Corazón, que sería destruido durante la Guerra Civil. Ella y otras tres religiosas dejaron El Escorial y marcharon a la que sería su primera fundación.
Finalizada la guerra civil, la Madre Maravillas de Jesús fundó once conventos en España. El de Aldehuela sería el hogar en el que viviría hasta su muerte. Allí continuó con su constante labor de ayuda social impulsando la construcción de viviendas para familias que vivían en la indigencia.
Fiel hija espiritual de Santa Teresa de Ávila en su amor a la Religión y a la Orden Carmelitana, la madre Maravillas de Jesús, carmelita descalza, luchó tenazmente para que permaneciesen intactos los usos y costumbres legados por la gran santa de Ávila, reformadora del Carmelo.
La Madre Maravillas de Jesús falleció el 11 de diciembre de 1974. Veinticuatro años después, era beatificada por el Papa Juan Pablo II quien la ensalzó como “ejemplo luminoso de santidad”. El mismo Pontífice la canonizaba el 4 de mayo de 2003 en una celebración en la Plaza de Colón de Madrid en la que se congregaron miles de personas.
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