miércoles, 21 de junio de 2023

El "transhumanismo" y sus riesgos

 



La doctora Elena Postigo Solana, profesora de filosofía y experta en bioética, lleva años investigando y publicando acerca del llamado "Transhumanismo", una corriente que puede conducir a tiranías y distopías. Copiamos a continuación algunos párrafos de las entrevistas que enlazamos al final del post.


¿Qué es el transhumanismo?

Es un movimiento cultural, intelectual y científico que promueve la mejora de las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana y el aplicar nuevas tecnologías al cuerpo humano con la finalidad de eliminar aspectos indeseables e innecesarios de la condición humana como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento, e incluso la muerte.

¿Cuáles son sus objetivos?

Se propone potenciar nuestras capacidades físicas y cognitivas, vivir indefinidamente e incluso no morir. Persigue alterar mediante intervención directa los procesos naturales, no patológicos, del cuerpo y la mente humanas, con el objeto de mejorar sus capacidades naturales físicas o psíquicas. Supone la transformación radical de la naturaleza humana mediante la ciencia y la técnica.

¿Cuál es la visión filosófica y antropológica del hombre que subyace en el transhumanismo?

La negación de la vulnerabilidad y la mortalidad humanas; una visión materialista, mecanicista y determinista del cuerpo humano (somos una máquina imperfecta compuesta por células genes y neuronas); los conceptos de persona y dignidad reducidos a meras cualidades materiales y cambiantes; la consideración del ser humano como un ser reducido a sus funciones superiores, el pensar y el decidir libremente. La ausencia de la dimensión trascendente de la persona y del espíritu humano; y la afirmación de la no existencia de la inmortalidad ultraterrena pero sí de un inmortalismo terrenal, es decir, vivir indefinidamente automejorándonos, como con piezas de recambio.

¿Podría indicar los criterios a tener en cuenta para evaluar los proyectos transhumanistas?

El primero es el respeto a la vida humana desde su inicio hasta su final; es decir, toda aquella intervención que dañe o suponga un daño grave a la integridad física o psíquica de la persona debería evitarse.

El segundo es preservar la identidad, libertad e intimidad de la persona frente a las intervenciones técnicas que puedan ponerlas en peligro.

Por último, hay que respetar la igual dignidad de todas las personas frente a la eugenesia y a la discriminación. El transhumanismo plantea un tipo de sociedad desigual donde estarían los humanos normales, los transhumanos mejorados mediante ciencia y tecnología, y los posthumanos, seres o entidades perfectas que no padecerían el paso del tiempo.


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