El monumento nacional a la Santísima Virgen erigido en el Parque del Oeste de Madrid fue inaugurado el día 7 de octubre de 1998, en la festividad de Nuestra Señora del Rosario. Junto a él se reza el Santo Rosario el primer sábado de cada mes, a las 5 de la tarde.
Construido sobre tierra proveniente de todas las regiones españolas, aportada por 869 conventos femeninos de clausura, comenzó inicialmente por iniciativa de un grupo católico seglar que se propuso responder del mejor modo posible al creciente materialismo e irreligiosidad en la sociedad. Al pie de la columna está la siguiente invocación: ¡Madre de Dios y Madre nuestra, sálvanos, salva a España y al mundo entero!
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