La figura del cardenal Robert Sarah es uno de los faros que guían a muchos cristianos en nuestros complejos tiempos. Su profundidad, su valentía y ese modo de hablar sosegado, lo hacen especialmente atractivo.
Primero sorprendió al mundo con aquel Dios o nada, que ya desde su mismo título es una osada proclama. Luego sorprendió aún más con su redescubrimiento de La fuerza del silencio, poniendo el dedo en la llaga sobre lo que necesita imperiosamente un mundo ahogado por el ruido.
Concluye esta trilogía con el imprescindible Se hace tarde y anochece, un nuevo libro entrevista con Nicolás Diat, como los dos anteriores, en el que Sarah nos ofrece un certero recorrido por la crisis espiritual que asola Occidente. Y no se queda en divagaciones, sino que desciende incluso a recetas muy prácticas, como cuando escribe que “una parroquia en la que no hay adoración al Santísimo Sacramento es una parroquia muerta o enferma”.
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